Resulta que el otro día salí de compras navideñas con mi madre al Centro Comercial Meridiano, en Santa Cruz de Tenerife. Nos paramos a comer unos kebabs y cuando ya nos ibamos me entran ganas de ir al baño.

Una carasteristica muy interesante de los baños de este centro comercial es que hay que atravesar un amplio pasillo antes de llegar al baño, lo que le otorga cierto aislamiento.

El caso es que cuando me siento en la tasa veo un pie descalzo, sobresaliendo del cubículo de al lado, al cual no presto mucha atención. “Se estará cambiando”, pienso. Pasan los minutos y miro al suelo; parece como si el pie temblara! “Algún gilipollas pajeandose”, pienso de nuevo.

Me entra curiosidad y sigo viendo los movimientos del pie, cuando escucho un susurro. Entonces me doy cuenta que el pie está mirando hacia el lado contrario de la tasa y que encima tiene las uñas pintadas!!!

Al final decidí irme por donde vine y dejarlos que terminaran lo suyo sin interferencias… No creo que me hubieran invitado a unirme a la fiesta y, aunque lo hubieran hecho, habria sido complicado con mi madre esperando fuera…

Me quedé con el calentón hasta que me traje a mi chica a la misma taza donde lo hicieron aquellos.

Os recomiendo los baños del Centro Comerial Meridiano, ubicado en Santa Cruz de Tenerife. Solo un consejo: No sean tan descarados!!!

Ale


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